¿Los taxistas pidiendo renuncias?

¿Inhabilita a una persona el resultado de un trabajo académico para luego asumir funciones como funcionario público?  El señor Hugo Ospina, vocero de los taxistas en Bogotá considera que sí y pide la renuncia del Secretario de Movilidad Juan Pablo Bocarejo.

El actual funcionario de la alcaldía Peñalosa en desarrollo de su labor profesional en la academia, adelantó  en 2015 una investigación sobre  el polémico y por ahora ilegal servicio Uber y concluyó que era innovador frente a los serios problemas de movilidad que enfrenta la ciudad.

Ospina cree que esa situación inhabilita a Bocarejo como Secretario de Movilidad, algo demasiado peregrino por cuanto al funcionario no se le puede medir ni calificar su gestión por un estudio hecho tiempo atrás cuando ni siquiera imaginaba ser Secretario de Movilidad.

Más aún a Ospina su argumento, a todas luces descabellado, se le desbarata si se mira el trabajo de Bocarejo frente al cumplimiento de su deber para atacar y sancionar a  quienes sean sorprendidos prestando el servicio UBER, por cuanto reitero es ilegal por ahora.

Bocarejo en cambio sí ha intentado estimular a los taxistas, lo que sido motivo de severas críticas, para que prestando un  servicio que genere menos accidentalidad en las calles y más amable con el usuario puedan acceder a 500 pesos adicionales por carrera. Curiosamente esto lo desconoce Ospina, líder de los taxistas.

No podemos llegar al momento en que un gremio, en este caso con muy mala imagen entre los ciudadanos y no por todos los taxistas pero sí por quienes se infiltran y cometen toda clase de fechorías, crea tener derecho a exigir a un alcalde que destituya a un funcionario o que este renuncie.

Entre otras cosas miré generalidades del estudio hecho por Bocarejo cuando estaba en la academia y creo que no está lejano de la realidad frente al papel de Uber, en medio de la ilegalidad, en relación con la disminución de la accidentalidad y el menor uso de parqueos en algunas zonas de la ciudad.

Refiere el trabajo hecho por Bocarejo en 2015 que como consecuencia del uso de esta aplicación, se evitaron muchos accidentes de conductores ebrios y se dejaron de utilizar 35.000 y 55.000 de parqueaderos al día en las localidades de Usaquén y Chapinero.

¿Tendrá argumentos serios el señor Ospina para decir que esto no es verdad?

Al vocero de los taxistas habrá que decirle que antes de estar pidiendo  renuncias, debía estar interesado en llamar la atención de su gremio para mejorar el servicio, depurar y seleccionar con seriedad a quienes se sientan y ejercen como taxistas. Eso realizado con responsabilidad es lo que podrá devolver a los usuarios la confianza hacia ellos. Mientras tanto muy seguramente al momento de necesitar un servicio, por encima de su ilegalidad, la gente seguirá prefiriendo Uber.

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