Cicloruta de la Calle 13: Una bendición para ciclistas y maldición para transporte público y particular

Cada día es más evidente el pulso que se vive en las grandes ciudades entre los carros y las bicicletas y Bogotá no es la excepción.

Es notorio que el espacio que va ganando la bicicleta como medio de transporte alternativo, significa reducirles vía a los vehículos motorizados.

La protesta que se vivió hoy en la calle 13 protagonizada mayoritariamente por conductores de servicio intermunicipal con alguna participación de conductores de vehículos particulares por la reducción de la vía en la jurisdicción de la capital para una cicloruta es el más reciente capítulo que se escribe de ese pulso carros-bicicletas.

La puesta en funcionamiento de la cicloruta permanente por la Calle 13 busca garantizar seguridad a los miles de ciclistas que transitan por ese corredor para salir o entrar a Bogotá, de municipios de la sabana en la zona occidental.

Según la alcaldía de Bogotá antes de iniciar la pandemia, en la Calle 13 se movían 1.580 ciclistas en un día durante las horas pico, hoy lo hacen 6.520 durante las mismas horas. En términos de viajes en marzo de este año el 8% de los viajes de la Av. Calle 13 se realizaban en bicicleta, ahora los viajes en ese medio alternativo representan el 35%.

Nada más esas dos estadísticas daría razón a la administración en afirmar como lo hizo el secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán que a pesar de las protestas es un imposible volver a como era anteriormente esta vía.

Y es que la seguridad de los ciclistas es otra razón de la existencia de la cicloruta. Su funcionamiento ha logrado disminuir en un 58% los siniestros con ciclistas lesionados. En 2019, entre enero y septiembre, se presentaron 17 ciclistas heridos en esa vía mientras que este año, en el mismo periodo, han sido 7.

Resultados como este motivan al secretario de Movilidad de Bogotá a señalar que resulta muy difícil volver a exponer a 6.500 ciclistas en la hora pico a esa diferencia de masas que tienen con las tractomulas y con los buses del sistema Transmilenio.

Choque por cicloruta calle 13 entre alcaldesa y gobernador

Una relación fluida entre mandataria distrital y gobernador departamental tuvo hoy públicamente el primer amago de crisis precisamente por el funcionamiento de la cicloruta de la calle 13.

Anoche y advertido de las protestas que se cernían en la calle 13, el gobernador hizo un llamado para que en la capital no se tomen medidas unilaterales, inconsultas y que puedan afectar a toda la región, clara alusión a los perjuicios que la cicloruta produce a transportadores intermunicipales y vehículos particulares al verse reducido el ancho de la vía y motivar trancones gigantescos.

Invitó el mandatario cundinamarqués al distrito para que revise la instalación de ciclo rutas en la calle 13 al tiempo que afirmó que los tiempos en la vía están siendo insostenibles.

De inmediato el secretario de Movilidad de Bogotá, Nicolas Estupiñán manifestó su disposición a recibir propuestas y proponer la creación de una mesa técnica con la participación de los alcaldes de los municipios afectados y buscar una solución.

Sin embargo, a renglón seguido la alcaldesa de Bogotá a través de su cuenta de Twitter cerró en gran medida la posibilidad de esa interlocución al escribir: “La vida es sagrada no es un slogan sino un mandato rector de política pública que también aplica a la movilidad.

La garantía de la vida y menor accidentalidad no se sacrifica por tiempos y velocidades de los carros. Que la vida prima sobre la velocidad debería ser una obviedad”.

Y agregó: “La vida de los ciclistas y peatones se respeta con infraestructura segura vial y vitalmente.

Entre menos andenes y ciclo-infraestructura hay en una vía, más accidentes y muertes de peatones y ciclistas hay. Y entre más camiones y vehículos pesados circulan más riesgos se tienen”.

Era una defensa férrea de la existencia de la cicloruta en territorio bogotano que solo moduló cuando más tarde dejó entreabierta la puerta de un diálogo sobre el tema cuando escribió: “Podemos y debemos mejorar la circulación de TODOS los medios de transporte, pero no excluyendo ni sacrificando a los modos de transporte más limpios y sostenibles.

Podemos revisar horarios, frecuencias, ampliaciones, construcciones, adaptaciones, pero en ningún caso exclusiones”.

Otras voces

En la discusión terció también a través de Twitter la concejal del Partido Verde, Lucía Bastidas, reconocida peñalosista quien recordó que durante ese gobierno quedaron los diseños contratados para la calle 13 que contemplan una autopista urbana con 4 carriles para vehículos particulares, ciclorrutas en ambos costados y sistema TransMilenio para brindar soluciones reales de movilidad a los bogotanos en esa zona.

Darío Hidalgo, especialista en movilidad reconoció en diálogo con Bogotá AMPM en Radio Red RCN que compartía el “guayabo” de la concejal Bastidas en el sentido que proyectos muy avanzados no tienen un debate de definición de alternativas.

Indicó Hidalgo que una de las ideas de la alcaldesa Claudia López es que con el Regiotram de Occidente se cubren necesidades de movilidad en transporte público hacia Sabana y Fontibón. Reconoció que sin duda Regiotram de Occidente ayudará muchísimo, es un proyecto valioso, ya arrancó, pero la realidad es que ni aun así se cubrirán las necesidades de movilidad del occidente de la ciudad y sobre todo la conexión a la Sabana.

Recordó Hidalgo que existían unos estudios y un diseño muy avanzado que hizo el IDU dentro del plan troncales de la ciudad, que son más de 380 km de los que hoy solo existen 214 km. Dijo que por fortuna marchan la Troncal de la Av. Cali y Av. 68 pero quedaron corredores pendientes y uno de esos precisamente fue el de la Calle 13.

Afirmó Hidalgo que en este gobierno se aplazaron esos proyectos y le dieron prioridad a otras ideas como la extensión del metro y los cables de Usaquén y San Cristóbal y el Regiotram del Norte que reconoció, son buenos proyectos y ojalá salgan adelante ya que así quedó aprobado en el Plan de Desarrollo.

En relación con el debate de la cicloruta de la calle 13, Hidalgo reconoció que es un debate complejo porque a la ciudad en temas de acceso le hace falta mucha infraestructura. Hay planes que seguramente alcaldesa, gobernador y alcaldes de los municipios tienen que discutir como la ALO, la extensión de la Av. La Esperanza, la Mutis-Calle 63 e incluso la necesidad de ampliar la calle 80 como también la vía Suba-Cota.

Aseveró Hidalgo que la calle 13 hoy es un corredor extremadamente peligroso con respecto a otros corredores de la ciudad por la alta interacción entre ciclistas y camiones.

Es importante ese carril, pero debemos recordar que es solo en el tramo interno de Bogotá no hasta Mosquera, afirmó Hidalgo quien reconoció que necesariamente genera una reducción de la capacidad en una vía que ya tenía un elevado nivel de congestión.

“Yo veo esa intervención con la cicloruta como provisoria, ese corredor con las otras conexiones debe ser intervenido integralmente para dar continuidad al flujo de pasajeros en transporte público, usuarios de bicicletas y vehículos particulares, aunque se debe priorizar el transporte sostenible”, indicó Hidalgo.

La calle 13 es de un alto nivel de usuarios y que el 8% de viajeros en bicicleta inicialmente compitiera con camiones y buses, a un 37% ahora que cuenta con el carril temporal significa una mejoría ostensible en materia de seguridad para biciusuarios, afirmó Hidalgo.

Frente a los reclamos de los otros actores en vía como conductores de camiones, buses y vehículos particulares, Hidalgo recordó que antes de la puesta en funcionamiento de la cicloruta, la calle 13   tampoco era fluida. Reconoció que con el carril para bicicletas se afectan algunos usuarios y el transporte público, lo que es grave, pero se mejora la capacidad de mover personas en ese sector de la ciudad además protegiendo la vida.

Estadísticas en Calle 13

José Segundo López un ciudadano de a pie de la ciudad indicaba hoy que:

– La proporción de ciclistas fallecidos en la Calle 13 es 50% mayor que en el resto de vías arteriales de Bogotá. En la 13, el 18% de las víctimas fatales son ciclistas (12% en el resto).

– La Calle 13 tiene el doble de gravedad (fallecidos/heridos) que el resto de las vías arteriales (8% de los eventos con víctimas son fatales (!!!)

Cabe resaltar que estos cambios de configuración no solo mejoran la seguridad vial de ciclistas sino de todos.

– Aporta el 5% de las fatalidades siendo solo el 2% de la red arterial. Es prioritaria y es necesario el cambio de la configuración.

Fabio Munar, especialista en Gestión y Planeación Urbana y Regional en su cuenta de Twitter señaló:

– Esta ciclorruta está planeada y en mora de realizarse desde el POT del 2004. La ciclorruta es un inicio.

– Implementarlo son esfuerzos Nacionales, Departamentales y locales, pues la vía es tanto de para acá como de para allá.

– El corredor de la calle 13 pasó de tener 8 % de viajes en bicicleta a 1.580 viajes en horas pico, a 35 % o sea 6.520 viajes.

– Del total de siniestros viales de la ciudad en este corredor, el 63 %se presentaron en el tramo de esta ciclorruta, ESTE AÑO VAN 8 MUERTOS ENTRE LA CARRERA 47 Y EL RÍO BOGOTÁ POR LA CALLE 13. Y un crecimiento del 300 % aproximado en solo 5 meses.

Al final del día la discusión por el momento sobre la cicloruta de la calle 13, se salda con este lacónico mensaje de Claudia López: “La 13 es la peor vía de Colombia, es una vergüenza que esa sea la vía de acceso al aeropuerto, a la Sabana, a Bogotá, y está trancada porque todos vamos en una vía muy estrecha”.

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