Otro episodio del llamado «Carrusel de la contratación»

Se agotan los calificativos para marcar el grado delincuencial que rotuló el paso de Samuel Moreno por la alcaldía de Bogotá, respaldado en su decisión de robar los dineros de la ciudad por su hermano Iván Moreno y mal llamados contratistas como Emilio Tapia, Julio Gómez y un largo etc.

Cuando creíamos que por lo menos Bogotá se salvaría de la espiral corrupta de la firma brasileña Odebrecht, se viene a saber que Samuel Moreno y sus secuaces tocaron la firma para exigir un soborno del 8.75% de un contrato de 250 mil millones de pesos para la construcción del Interceptor Tunjuelo- Canoas que se encargaría de recoger las aguas residuales de las cuencas hídricas de Soacha y parte de Bogotá.

Ahora que a cuenta gotas se descubre el esquema de obtención de contratos de obras públicas de Odebrecht en Colombia y otros países que consistió en repartir sobornos a granel, muchos de quienes perdían las licitaciones o se retiraban por la exigencia de coimas han decidido comenzar a hablar.

Y eso fue lo que ocurrió con ese contrato firmado entre Odebrecht y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá en el año 2009 cuando además de Moreno como alcalde, fungía como Gerente de la Empresa de Acueducto de Bogotá, Jorge Enrique Pizano quien coincidencialmente hoy se desempeña en un alto cargo del consorcio al cual se le adjudicó la obra del interceptor Tunjuelo-Canoas.

El actual gerente de la Empresa de Acueducto, Germán González recibió ayer, según refieren varios medios, la visita de representantes de la firma francesa que en su momento quiso participar en el proceso licitatorio para la construcción del interceptor y le reiteraron lo que en su momento, año 2009, ya le habían denunciado al zar anticorrupción de la presidencia de la época, Oscar González y es que a través de intermediarios, la alcaldía del momento les hacía saber que si querían el contrato debían pagar una coima del 8.75% sobre el valor del mismo que se tasaba en 250 mil millones de pesos, es decir 21.875 millones.

Los franceses desistieron de participar ante el pedido corrupto, el proceso a pesar de la solicitud del zar antoricorrucpion al gerente de acueducto Pizano de suspenderlo, continuó y sorpresa fue adjudicado a la firma Odebrecht. ¿Dudas de la posibilidad que se haya pagado el soborno?

Un hecho más. En la nefasta alcaldía de Samuel Moreno se terminó de construir el último tramo del túnel para llevar las aguas residuales del Río Bogotá hasta la planta Canoas, por ese entonces en construcción, pero extrañamente a los constructores se les olvidó sacar dos gigantescas máquinas de excavación que aún en la actualidad permanecen a 60 metros de profundidad.

Para no alargar la historia, el Distrito perdió una demanda que interpuso la firma dueña de las máquinas, para recuperarlas.

Hoy la obra está inconclusa, el Gerente del Acueducto de la época trabaja para un consorcio cercano a Odebrecht y están en el olvido las investigaciones de los órganos de control.

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