Sectores comercio y educación no apoyan nueva realidad propuesta por el Distrito

Tras el anuncio de la administración distrital de la nueva realidad que vivirá Bogotá desde el próximo jueves 27 de agosto, distintos sectores se pronunciaron frente a esta nueva etapa de cuidado en la que la ciudad funcionará bajo un cupo epidemiológico que consiste en mantener el balance entre la activación económica, social y el manejo de la pandemia.

El retorno de clases presenciales

En dialogo con Bogotá AMPM Carlos Ballesteros, presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de padres de familia, indicó que no es el momento para el regreso a clases presenciales, porque en las instituciones educativos no existen las condiciones y los recursos de bioseguridad, que garanticen el bienestar a la comunidad educativa.

Según Ballesteros, el 86% de los padres de familia dicen no al retorno de clases presenciales y en ningún momento se ha concertado con los padres cuáles son los protocolos de bioseguridad para este regreso.

Otro de los factores que expuso el representante de los padres e impide el retorno a clases presenciales, es que más del 35% de los educadores del país y de la ciudad son mayores de 60 años, personas de alto riesgo de contagio.

Para el presidente de la Confederación Nacional de Asociaciones de padres de familia, es necesario que el gobierno use las reservas nacionales e internacionales para atender este tipo de calamidades en el sector, que han generadas por la pandemia, aseguró que de los 117 billones de pesos disponibles para la emergencia, solo se han invertido 25 billones.

También señaló que es necesario de un acuerdo entre el Ministerio de Educación y colegios privados que regule las matrículas y pensiones entre la educación virtual y la presencial.

Por el momento señala que lo más acorde es continuar con las clases virtuales, “Hay que darle continuidad a la educación virtual, pero dotando a las familias con herramientas tecnológicas que permitan mitigar los efectos de la pandemia”, propone Ballesteros.

Desde la Asociación Distrital de Trabajadores y trabajadoras de la Educación, su presidente William Agudelo, evidencio su desacuerdo con el anuncio de volver a las clases de manera presencial y aseguró que es una grave equivocación de la alcaldesa.

“En este momento no es conveniente exponer al contagio a los niños, jóvenes, maestros y padres de familia, no aceptamos el regreso a clases de manera presencial, llamamos a todos a la desobediencia civil en contra de esta medida, la alcaldesa de Bogotá se equivoca, se debe prevalecer primero la vida antes que el negocio”, señaló el presidente de la ADE.

Sobre las medidas que debe adoptar el gobierno nacional y distrital para pensar en la continuidad de las clases indicó de la importancia de garantizarle la renta básica a todas las familias que están en hambre y miseria, exigiendo la entrega de las 100 mil tabletas y la conectividad con la empresa de teléfonos de Bogotá, que garanticen los recursos y las herramientas para las familias de escasos recursos.

“No vamos a regresar a clases presenciales hasta que la comunidad científica nos garantice que no existen posibilidades de contagio, preferimos que los niños pierdan un año de estudio a que pierdan la vida”, aseguró Agudelo.

La inconformidad del comercio

Desde el sector de los comerciantes y pequeños industriales también fue generalizado el desacuerdo y su inconformidad con las medidas presentadas para la nueva normalidad, solicitaron aperturas totales y revisar las medidas sobre los nuevos horarios establecidos para la reactivación.

Hablamos con Angélica Leguizamón, gerente del Centro Comercial Visto y representante de AsoSanVictorino, quien aseguró que desde el sector comercial de San Victorino le solicitaron a la alcaldesa evaluar y replantear la implementación.

“Nos angustia mucho la situación de la alternancia, en ultimas vamos a trabajar la mitad del mes, pero tenemos obligaciones completas del mes, nosotros somos un comercio mixto, y los horarios propuestos no son tan adecuados”, indicó Angélica Leguizamón.

Por su parte para el director de Fenalco Bogotá, Juan Esteban Orrego,  las medidas de la nueva realidad son inviables y podrían terminar de enterrar al comercio de la ciudad.

“Al trabajar solo el 55% del tiempo para atender a la mitad de ciudadanos en eso días, los comerciantes formales estarían trabajando a un 27.5% de su capacidad, para responder por el 100% de la carga de gastos en arriendos, nóminas e impuestos, algo realmente inviable”, señaló Orrego.

Para el presidente de Fenalco las afectaciones serían inmensas tanto para la ciudadanía como para el tejido empresarial de Bogotá.  

“Estas nuevas medidas también van en contra del cuidado de los ciudadanos, porque van a generar mayores aglomeraciones en los pocos días que el comercio va a estar abierto” indicó.

Por su parte ACOPI Bogotá Cundinamarca, que representa a los micro, pequeños y medianos empresarios, solicitaron modificar los horarios de manufactura y construcción.

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